Parador de Jarandilla de la Vera****

El parador de Jarandilla de la Vera es un parador de 4****, situado en la población del mismo nombre, en la provincia de Cáceres, que descubrí en el año 2011. Éste es un castillo-palacio medieval del siglo XV, dónde entre sus ilustres moradores se hospedó el mismísimo emperador Carlos V.

Situación

A caballo del vergel formado por la zona de la Vera y el Tiétar, entre gargantas de agua y paisajes naturales de enorme belleza, aparece Jarandilla de la Vera. Situado en pleno centro de la población destaca el castillo, reconvertido en la actualidad en parador de turismo de Jarandilla de la Vera. El acceso al mismo se encuentra rodeado por dos parking exteriores, dónde podremos dejar mas adelante el vehiculo aunque esta vez no debemos olvidarnos de éste, Jarandilla no ofrece casco histórico, asi que nos hara falta para visitar los alrededores. El camino principal de acceso al parador esta franqueado a ambos lados por palmeras y naranjos, no dejandonos esta vegetación indiferente a nadie por lo peculiar del clima, una auténtica invitación para el paseo. Absolutamente recomendable, es realizar una visita al castillo recorriendo todos los recovecos del mismo, dónde podremos deleitarnos con  zonas como  ésta, situado en uno de los laterales. Dentro del mismo no podemos olvidarnos del estupendo patio. La segunda planta es visitable, un deleite para los alojados, dónde si tenemos la suerte de alojarnos en los meses invernales, disfrutaremos de una estupenda chimenea de leña en la sala.

Lugares de interés

Una vez hemos salido del parador de Jarandilla, nos veremos obligados a coger el vehículo para ir a nuestro siguiente destino, Guijo de Santa Bárbara, pueblo serrano a escasos kilómetros de Jarandilla, situado en lo más alto de la comarca de la Vera, desde dónde disfrutaremos de unas impresionantes vistas de todo el valle. Aquí podemos disfrutar de la gastronomía, siendo sus especialidades los licores y las mermeladas, las encontraremos de todos los sabores.

Otra población que no debemos dejar de visitar es Garganta la Olla, fúe declarado monumento histórico-artístico por la UNESCO en 1982, recuerda mucho a los pueblos serranos de Salamanca, como Candelario... No hace falta más que mirar la arquitectura de sus casas, sus amplios voladizos, sus balconadas. Mi recomendación es dejar el vehículo a la entrada del pueblo, además que es obligatorio si no eres residente, ya que se puede recorrer perfectamente a pie. En nuestro periplo descubriremos uno de los barrios judios mejor conservados de toda la geografia extremeña.   Como curiosidades recomiendo descubrir La casa de la Peña, en la cual se usó ésta como base para que se edificara la habitación que se asienta encima. Pero no solamente esta es la única de las curiosidades por descubrir, también está la casa de las Muñecas, antigüo prostíbulo de los tiempos de Carlos I en los cuales el sexo era un servicio más, de un color intensamente azul para que fuera reconocido desde lejos. Así podemos ver que en el arco figura la forma de una mujer poniendo una mano sobre su sexo, para indicar el tipo de casa que era.

La casualidad nos condujo a no hacer caso de los múltiples locales de restauración que jalonaban la plaza mayor, y continuar de paso para 50 metros más adelante acabar en un bar que era una cueva, decorado de una manera muy rústica, es el sitio que sabes que no ha cambiado en los últimos cuarenta años, y no te importa, porque sabes que es especial, Bar la cueva, dónde comimos de manera soberbia, en buena cantidad, calidad y mejor precio, el mejor cochifrito que he degustado. La dueña, encantadora por otra parte, nos explicaba que alli se notaba algo la crisis, pero que el modo de vida en un pueblo es muy diferente a la de una ciudad, sabias palabras, sin duda.