Parador de Mérida****

El parador de Mérida es un parador de 4****, situado en Mérida (Badajoz), que conocí por el año 2007. Éste conserva la antigüa estructura de un convento del siglo XVIII, instalado sobre los restos de un templo dedicado a la Concordia de Augusto. No es un parador majestuoso como corresponde a un convento, es familiar y recogido.

Situación

La situación de este parador es inmejorable, ya que está situado en el centro de la ciudad y esto tiene muchas ventajas al mostrar las excelencias de éste. La población de Mérida en si, es una fuente inagotable de restos arqueológicos que datan de la época romana, algunos de enorme y singular belleza. Nada más llegar al parador, mi primera recomendación es dejar el vehiculo aparcado en el parking interior del parador, y olvidarnos de él hasta que llegue el momento de retorno. Mérida presenta tantos restos arqueológicos que ver que toda la información que voy a dar se circunscribe exclusivamente a Mérida. Todos los lugares que son dignos de visitar en Mérida se puede llegar caminando, esto lo recomiendo especialmente para empaparnos de su gente, su cultura, sus señas de identidad... La enorme cantidad de restos, imprescindibles de visitar, más lejanos, no están a más de 30 minutos caminando.

Lugares de interés

Una vez hemos salido del Parador de Mérida, nos tropezamos a pocos metros con el majestuoso Arco de Trajano,de unas dimensiones casi colosales, con lo que se entiende la importancia que en su momento tuvo esta ciudad estratégica en época romana. No está claro su origen por parte de los historiadores, y no es objetivo de esta página disertar sobre ello, pero recomiendo a los visitantes de esta página visitar el célebre arco.

De camino a las grandes obras arquitectónicas, no deberemos dejar de visitar el  Museo nacional de arte romano, obra de Rafael Moneo, uno de los mejores por la enorme cantidad de obras que alberga en su interior,  habiéndose encontrado en sus propios cimientos algunos de éstos. Nada más acabar su visita, deberá ser sosegada por su importante contenido, no debemos dejar sin conocer las auténticas joyas, como son el Anfiteatro romano, con capacidad para 15.000 espectadores, que albergaba juegos violentos, de gran popularidad entre los romanos, como la lucha entre gladiadores o de gladiadores con bestias. Debe llamarnos la atención en el mismo la estructura en cruz llamada "fossa bestiaria", por dónde saldrían las bestias que después se enfrentarian con los gladiadores. Esta fosa permanecería tapada con tablas y tierra hasta el momento del enfrentamiento. Junto al anfiteatro romano, estaría el Teatro de Mérida, el teatro gozaba de menor arraigo popular que el mencionado anteriormente, sin embargo, la obra es magnífica, siendo concebidos ambos como una obra que debe entenderse en su conjunto. El graderio goza de una capacidad para 6.000 personas, dividido éste en tres estamentos sociales, ima cavea, media cavea y summa cavea. Junto a un lateral, tenemos una pequeña casa de la que merecen la pena ver los mosaicos. 

Cercano a estos, se encuentra el Circo romano, muy popular entre los romanos al igual que el anfiteatro. Se encontraba dividido en caveas, como el resto de los monumentos romanos, tenia capacidad para 30.000 espectadores. Se puede apreciar perfectamente la estructura, ya que es uno de los mejor conservados. En el circo competian bigas o cuádrigas alrededor de una estructura central, llamada spina, y consistia en dar un cierto número de vueltas alrededor de ésta, hasta la meta, situadas en las terminaciones de la spina. En el lado rectangular, destaca la "porta pompae", puerta de los desfiles, de donde partia el concejo procesional, y a cada lado de la puerta las "cocheras", de dónde partían las cuádrigas, seis por cada lado.

El Acueducto de San Lázaro conserva sólo tres columnas y sus arcos intermedios. El resto que se contempla en la fotografia se restauró en el siglo XVI, y es usado hasta la actualidad.

El Puente romano sobre el rio Guadiana fué edificado desde los tiempos romanos y reconstruido varias veces. En él se puede apreciar la construcción con un núcleo de hormigon romano revestido con sillares almohadillados. Tiene 60 metros y aliviaderos redondeados para el paso del agua.

Gastronomia

Esta vez no hemos disfrutado de la gastronomía del Parador, pero esto tiene su parte positiva, disfrutamos de los exquisitos lugares que nos ofrecía Mérida, en este caso sólo recomendaré uno, en el cual todo estuvo exquisito:

Restaurante Nicolás. C/Félix Valverde Lillo, 13, Tfno. 924.31.96.10/924.30.05.17. La cena consistió en:

Pimientos de piquillo rellenos de bacalao, para compartir.
Solomillo de cerdo ibérico con ajo a la brasa.
Cordero al curry

Casa Benito. C/San Francisco, 3. Muy anunciado, no lo recomiendo, de hecho ni siquiera menciono el teléfono. La cena consistió en:

Torta de zújar.
Parrillada de carne.

Recomendaciones

No nos podemos ir de Mérida sin degustar el exquisito solomillo ibérico, repito, exquisito, ya que hasta que no vine aqui no conoci de verdad el solomillo ibérico y del cual no podemos irnos de estas tierras sin degustarlo.

El retorno

Después de este recorrido sólo queda volver a coger el vehículo del parking subterráneo del parador e iniciar el retorno, con una promesa, volveremos!!!. Ha sido nuestro primer contacto con un parador y en esta ciudad aún queda mucho por visitar.